Sam tenía todo lo que siempre había soñado, Lily tiene todo lo que necesita. Pero cuando se vuelven a encontrar, diez años después, descubren que a veces eso no es suficiente.
A pesar de haber conseguido cada cosa con la que había soñado, Sam vive una vida vacía. Una carrera de éxito, dinero y reputación no compensan que, cuando se marchó a perseguir su sueño, lo dejó todo atrás. Abandonó su casa, su familia y sus amigos, pero sobre todo a Lily... y, aunque en su momento parecía una buena decisión, al volver a su ciudad natal años después se da cuenta de que los fantasmas del pasado no la han abandonado en ningún momento.
Lily no pudo cumplir sus sueños. La vida tenía otros planes para ella: tras el último verano de instituto tuvo que hacerse cargo de su hermana pequeña, sacrificando sus planes de futuro. Y, sin embargo, ha aprendido a ser feliz con lo que tiene. Es entonces cuando Sam aparece frente a su puerta, diez años después, como la primera vez que se conocieron. Y Lily se da cuenta de que tiene que arriesgarse... pero no sabe si está dispuesta a correr el riesgo de enamorarse otra vez.
Aunque tendrán que aprender a conocerse de nuevo, basta con una sonrisa para que los diez años que las separan se desvanezcan.