Alexandra Navarro cree tenerlo todo en la vida tras conseguir un trabajo que la apasiona, pero su corazón, hecho añicos por un engaño que no supera, la empuja a buscar un nuevo rumbo.
Gloria Ruiz disfruta del momento sin preocuparse de nada más que de su guitarra, de sus estudios y de disfrutar del día a día junto a sus amigas y alguna que otra mujer que caliente su cama.
Cuando tu mundo se desmorona como un castillo de naipes es mejor frenar, respirar y continuar, o al menos eso piensa Alexandra al entrar en aquel bar dispuesta a olvidar el dolor sin saber que, en ese lugar, se tambalearán todas sus convicciones entre la cerveza fría y los acordes de Gloria sobre un escenario.