Valentina Carter puso en pausa su vida el día que su hermana gemela falleció y tuvo que hacerse cargo de sus dos sobrinos. Todos sus días consisten en trabajar, trabajar y trabajar. Con el solo objetivo de sacar a su familia adelante, Valentina no tiene tiempo para nada más, ni tampoco puede darse el lujo de perder su trabajo. No importa que su jefa sea una bruja. Casandra Makris es odiada y temida por todos en la empresa, incluso los superiores le temen y la respetan. Es una mujer estricta, reservada, malhumorada, imparable, nada tolerante, ni empática y tiene la paciencia del tamaño de un grano de arroz. Pero al ser tan malditamente buena en su trabajo todos los altos mandos pasaban por alto todos sus defectos. En conclusión, muchos afirmaban con argumentos válidos que la señorita Makris no tenía corazón. Así que, a pesar de todas las advertencias, en su desesperación a Valentina no le quedó más remedio que firmar un trato con la bruja del cuento. Pero inesperadamente, lo que comenzó con un acuerdo de negocios poco a poco se volvió en algo mucho más… ¿Peligroso? ¿Intenso? ¿Prohibido?